Escultura facial
Esculpir un rostro humano es el mayor privilegio para un artista. El “material” está vivo, tiene sentimientos, habla… Parece ser que Miguel Ángel, cuando acabó su Moisés, le golpeó con el martillo diciendo: “Parla Mose”. Para él, cada imagen se hallaba idealmente contenida en el bloque de mármol y la misión del escultor era liberarla